Una pregunta que me hizo desvelarme durante centurias, para poder aceptar la realidad, la cual golpea como coloso, y petrifica como medusa ante la magnificencia del resplandor encandilante del conocimiento. La respuesta es una sola, pero a nadie le gusta, pudiendo  ser la peor respuesta a una pregunta capciosa.

Para comprender la respuesta a esta interrogante debemos ahondar primero en las profundidades del pensamiento. Debemos sumergirnos en mares de dudas en tempestad, surcar el cielo embravecido, cruzar los arcos de fuego que surgen de la tierra.

Luego de valorar el recorrido anterior debemos comenzar el aprecio por lo que nos falta, eso que sin duda es tan pequeño, pero que vemos tan gigante. Tal vez no haya nada que pueda ser igual, o mejor, pero que siempre rehusamos al tenerlo enfrente.

Cuando nos damos cuenta de nuestra debilidad y dependencia, humildemente podremos responder la pregunta, quizás en los corazones de cada ser se encuentra esa respuesta, pero que tratamos de ocultar por no mostrar debilidad.

Ninguna, de las dos fue primero, lo primero siempre es motivo, lo segundo es replica, lo tercero es copia. Ambos son dependientes, y como tal se complementan, deben ser consientes de la existencia del otro, cada uno debe solucionar y llenar las carencias del otro, pero primero se debe entender que ninguna es más importante que la otra, sino pasaran centurias antes de que surja algo fecundo, perdiendo la oportunidad de complemento y de potencia que se debe tener en toda sociedad, aunque naturalmente la razón y la imaginación se unen y se llaman.

Diseño e ingenio, uso de la imaginación y de la razón, lo ficticio y lo real, lo abstracto y lo realista, lo soñado y lo concreto, lo complicado y lo práctico, lo espontáneo y lo reflexionado, lo irreverente y lo circunspecto, la locura y la sensatez. Todo complemento de lo hecho y lo que queda por hacer.

No hay disputa en el complemento, no existe rivalidad si hay cooperación, quizás al final del camino se da cuenta de lo estéril que es sólo una de las partes, o potenciar un solo lado de la libra, premiar sólo a uno es dejar fuera al resto, subyugar es ir a medias y perder potencial.

Sí nuestra Sociedad se diera cuenta del potencial que pierde cada día, podría comenzar a buscar las formas de surgir y prosperar, una nación sin imaginación es sólo un buen consumidor, nada se crea sin imaginarlo primero, necesitamos pensar e imaginar el país que queremos y trabajar para lograr nuestras metas, pero esto se esfuma cuando existe un prejuicio o un innato sentimiento de carencia o de que haciendo se perderá algo, o desconfianza en el trabajo del otro, que es sin duda nuestra mayor debilidad, si una persona no confía en sus manos jamás hará algo con ellas, lo mismo para un país, si no se tiene fe en lo que tenemos difícil será el camino a la prosperidad. Y más difícil será que Diseño e ingeniería puedan hacer algo para esta sociedad.